Verrugas vulgares
Very low magnification micrograph of a verruca vulgaris, a common wart. H&E stain. By Nephron.
Son neoformaciones epiteliales benignas de etiología viral que pueden afectar a cualquier persona, tanto niños como adultos.
Las formas clínicas más frecuentes son las verrugas vulgares (70%), verrugas plantares (26%) y verrugas planas (4%).
Se observa la mayor incidencia entre los 6 y 12 años, durante el verano.
Se localizan principalmente en dedos, manos, cara, cuello, lechos inguinales y rodillas.
Etiología.
Se producen por una infección causada por el virus del papiloma humano (VPH).
HPV type 1 commonly infects the soles of the feet and produces plantar warts, while HPV types 6 and 11 infect the anogenital area and cause anogenital warts.
Cutaneous warts (common, plantar, and flat warts). UpToDate.
Tienen baja transmisibilidad. Son autoinoculables y puede ser por contacto directo o indirecto.
Factores involucrados.
El deterioro del sistema inmune favorece su extensión y persistencia. En pacientes con antecedente de trasplante renal se refiere un incremento en la incidencia.
Carniceros, veterinarios y personas que trabajan en pescaderías tienen un riesgo ocupacional de padecerlas con mayor frecuencia.
La inmersión de manos en agua y el morderse frecuentemente las uñas son factores de riesgo.
Los factores más frecuentemente asociados a verrugas planas son, en los hombres, rasurarse la barba y, en mujeres, rasurarse las piernas y, en ambos sexos, las áreas de trauma con lesiones.
Clasificación.
Verrugas vulgares.
Son las más frecuentes. Son neoformaciones verrugosas solitarias o múltiples, de superficie anfractuosa y seca, de color de la piel o de un color más obscuro, bien delimitadas, semiesféricas, con un fino puntilleo oscuro.
Predominan en extremidades superiores, aunque pueden afectar cualquier parte del cuerpo. En general, son asintomáticas. Debe hacerse un diagnóstico diferencial con cromomicosis, tuberculosis verrugosa y nevos verrugosos.
Verrugas planas o juveniles.
Son muy pequeñas y numerosas, de 1 mm, aplanadas, de color de la piel o ligeramente más oscuras.
Predominan en la cara, aunque pueden presentarse en el dorso de las manos y los antebrazos. Son asintomáticas.
Verrugas plantares.
Afectan las plantas de los pies y en ocasiones la cara interna de los ortejos. Son dolorosas debido a que su crecimiento es hacia dentro. Pueden ser única o múltiples.
En ocasiones se disponen en mosaico y con pequeñas hemorragias traumáticas en su superficie. De manera característica, borran los pliegues normales de la piel. Se deben diferenciar de las callosidades.
Verrugas filiformes.
Se presentan en los pliegues de los párpados y del cuello. Son lesiones pediculadas con prolongaciones en su superficie. Deben diferenciarse de los acrocordones y las queratosis seborreicas.
Verrugas acuminadas o anogenitales.
También se les conoce como condilomas acuminados o papilomas venéreos. Se localizan en el glande, los labios mayores y menores, perianales y en la boca.
Son neoformaciones vegetantes. Se deben diferenciar de los condilomas planos o sifílides, relacionados con la infección por sífilis.
Detección.
Es necesario una exploración física e historia clínica completa, ya que puede diagnosticarse en base a la observación de las lesiones.
Cuando existe duda en el diagnóstico, puede realizarse una biopsia, ya que el estudio histopatológico revela hiperqueratosis con papilomatosis.
A nivel de la epidermis se observa vacuolización de células epidérmicas.
Otros estudios que se pueden realizar para confirmación, son la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y el anticuerpo contra antígeno del virus del papiloma humano (VPH), con una sensibilidad y especificidad de 95%.
Tratamiento.
El medicamento tópico más efectivo es el ácido salicílico, con una tasa de curación del 75%, en preparaciones de hasta el 70%. Puede usarse en combinación con ácido láctico, este tratamiento es de aplicación diaria.
La crioterapia permite la destrucción del tejido de forma eficaz y controlada. Se ha observado un mayor beneficio cuando se utiliza de forma “agresiva” (una sesión diaria), pues se obtiene una tasa de curación de hasta el 52%, según algunos autores. En general, los tratamientos con crioterapia tienen una duración en promedio de 3 a 4 sesiones cada 2 o 3 semanas.
En lesiones periungueales, la respuesta al tratamiento con crioterapia es de hasta 85% (considerada como parcial), con recidivas de hasta 75%. En otras localizaciones se ha observado 100% de respuesta, con recidivas de hasta 10%. En verrugas plantares la respuesta se considera como excelente, ya que la respuesta total es del 100% con recidivas del 5% y además desaparece el dolor desde la primera aplicación.
Ante verrugas plantares, la crioterapia puede ser el tratamiento de elección.
La bleomicina intralesional ha demostrado tasas de curación variables que varían desde el 16 al 94%. Sin embargo puede ser un procedimiento muy doloroso, por lo cual no es de primera elección. La terapia debe aplicarse durante 3 o 4 semanas, indicada como tratamiento de tercera línea para verrugas vulgares y plantares.
El tratamiento con láser se recomienda como segunda línea para verrugas plantares y como tercera línea para verrugas planas.
El imiquimod está indicado como tratamiento de primera línea para verrugas planas.
Otras alternativas terapéuticas son la extirpación quirúrgica, la terapia fotodinámica, el láser CO2 y las vacunas terapéuticas.
El tratamiento indicado en casos refractarios:
- Bleomicina.
- Láser CO2, YAG.
- Calor.
La principal causa de recidivas es el inmunocompromiso de los pacientes.
Las verrugas son lesiones que pueden presentar involución espontánea en 2 a 3 años, con excepción de las acuminadas.
En muchos casos se requieren terapias combinadas, como en los casos refractarios a 2 tratamientos de primera línea con adecuado apego al manejo.
Con información de: Diagnóstico y Tratamiento de las Verrugas Vulgares. México: Secretaría de Salud, 2010.
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