Crisis convulsivas febriles
El cerebro trabaja mediante impulsos cerebrales, una alteración en dichos impulsos puede producir síntomas variados, una crisis convulsiva, es una descarga anormal de energía sobre un territorio de neuronas, la presentación más común resulta en movimientos involuntarios de diferentes grupos musculares con pérdida o no del estado de alerta. Entre un 2 y 5% de niños menores de 5 años presentarán por lo menos una crisis convulsiva febril. Siendo las más frecuentes a esta edad.
Las crisis convulsivas recurrentes (más de 2, separadas por más de 24 horas, no secundarias a causas desencadenantes obvias como infecciones cerebrales o alteraciones en los componentes sanguíneos) se denominan epilepsia.
Se presentan generalmente entre los 6 meses y 5 años (típicas) con un pico de incidencia entre los 14 y 18 meses. Si un niño ha convulsionado es probable que vuelva a convulsionar (alrededor de 30%).
Se clasifican en típicas y atípicas
Las típicas se presentan con mayor frecuencia y son de mejor pronóstico. Lo que provoca todas ellas es un incremento de la temperatura corporal provocado mayormente por infecciones en distintos órganos y sistemas del cuerpo. Principalmente infecciones de garganta, siendo un virus el responsable la mayoría de los casos.
Es importante acudir al servicio médico lo más pronto posible para evitar desenlaces desafortunados. Con atención médica oportuna el pronóstico es muy bueno, con desarrollo posterior normal en casi todos los casos.
Con información de: Guía de Práctica Clínica, Diagnóstico y tratamiento de la primera crisis convulsiva en niñas, niños y adolescentes Ciudad de México: Secretaría de Salud; 16/03/2017
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